miércoles, 27 de mayo de 2009

Quizás y tal veces

Quizás la salida opacaba el reflejo
y elegí entrar en tus aposentos
para canalizar en tus labios, el intento
y catartizar la sinceridad y el momento.
Voy a soldar este amor
a la plancha del destino,
y gritar suavemente,
cuánto te siento, en el oido.
Tal vez la verdad estaba en tus ojos
y escogí acercarme, encontrarnos solos
para sustentar lo que anhelé, ansioso
de encontrar esta dicha, a mi modo.
Voy a martillar esta pasión
al roble del sentimiento
y crecer en el instante
abrazado a tus cielos.
Y si no hay un tiempo preciso
tampoco habrá un tiempo fortuito,
porque del momento, somos fugitivos,
porque para este amor, fuimos elegidos....

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