A un poeta

No sé cómo llegaste a ser palabra, oración
de las que rompen las reglas de la vida,
o como te hiciste estrofa, rima, o canción
en las que la guitarra sueña, delira.
Sin nada que no decir.
Fuiste y sos, amigo, aquella palabra que grita
esas pequeñas cosas que cuentan la verdad
que piensa, reflexiona, y cita las escribas
de grandes compadres, que vuelan sobre el mar.
Sin nada que mentir.
Caminás tranquilo, sin apresuro u horarios
sin noche, día, tiempo que te incite a volver
porque saber que sos dueño de algo hermano
de todo y nada, de lo que nadie sabe ver.
Sin nada que ocultar.
Hoy te escribo algo, esto que casi se escribe solo
porque compartimos pequeñas cosas, parecidas
porque somos y fuimos estrofa, oración, estorbo
y seremos palabra, de aquellas palabras que gritan.
Sin nada de mas.


A mi compañero de poesias rotas